¿Qué es?
El melanoma es un tipo de cáncer de piel que
aparece cuando las células llamadas melanocitos se convierten en malignas. Estas células elaboran un pigmento llamado melanina, responsable del color de la piel, del pelo y del iris de los ojos.
Cuando la piel se expone al sol, los melanocitos producen más melanina como defensa contra la acción de los rayos ultravioleta.
Causas:
- Tener la piel o el pelo claros.
- Presencia de nevus atípicos.
- Presencia de nevus en una cantidad superior a 40.
- Presencia de nevus congénitos.
- Tener antecedentes familiares de nevus atípicos, de melanoma o de ambas cosas.
- Haber sufrido una o más quemaduras severas por el sol, especialmente si se han producido en la infancia, pues el efecto de la irradiación solar es acumulativo.
- Haber estado expuesto muchas horas a rayos ultravioleta (sol, UVB, UVA) aunque tenga la piel totalmente bronceada.
Síntomas:
- Cada vez se diagnostica más en jóvenes, la mayor frecuencia se da entre los 40 y 50 años, lo cual es común a los distintos cánceres de piel.
- En cuanto al sexo, el melanoma se da con más frecuencia en mujeres que en hombres, aunque generalmente tiene un mejor pronóstico que para los hombres.
- Las personas rubias, pelirrojas y con los ojos claros tienen más posibilidades de tener un melanoma. Las personas de raza blanca también cuentan con más posibilidades que las de tez oscura.
- Las profesiones realizadas a la intemperie y los deportes al aire libre también son un factor de riesgo.
- Las personas con una piel muy sensible que siempre se queman y nunca se broncean en su primera exposición constituyen un grupo de riesgo.
- Las personas que en algún momento de su vida se han visto afectadas por un melanoma corren elriesgo de recaer o de desarrollar nuevos melanomas. Por este motivo es muy importante el seguimiento médico y el mantenimiento de medidas de prevención.
- Las personas en situación de inmunodepresión.
Prevención:
El sol constituye el principal factor de riesgo para desarrollar un melanoma, por lo que es recomendable tomar una serie de medidas básicas a la hora de exponerse a los rayos solares. Las personas con melanoma deben seguir con especial atención las normas generales para protegerse de la radiación, ya que corren un mayor riesgo de desarrollar nuevos tumores. Para proteger la piel, conviene tener en cuenta los siguientes consejos:
- Aplíquese el protector solar antes de la exposición: Se debe aplicar el protector solar antes de la exposición al sol y renovar frecuentemente su aplicación, sobre todo, si se está en la playa o en la piscina, después de cada baño.
- Evite las horas de mayor intensidad: La exposición al sol debe ser progresiva y se debe evitar entre las 12h y las 16h.
- Proteja a los niños: No exponga a insolación directa a los niños menores de tres años y en las horas de débil insolación protéjales con un fotoprotector de alta protección a fin de preservar el mayor tiempo posible su capital solar. Hay que tener en cuenta que la piel conserva la memoria de todas las radiaciones recibidas durante la infancia. Cuanto más importante ha sido la dosis de radiación, mayor es el riesgo de aparición de cánceres en la edad adulta.
- Utilice protección en actividades al aire libre: Las actividades al aire libre también pueden provocar quemaduras. Utilice protección solar en paseos tanto andando como en bicicleta, cuando realice deporte o se encuentre en jardines o terrazas, etcétera.
- No baje la guardia ante factores que aminoren la sensación de calor: No se fíe de las circunstancias que comportan un riesgo suplementario o una falsa seguridad: altitud, nubosidad, superficies reflectoras (nieve, arena, hierba, agua), viento fresco, etcétera.
- Protéjase con gafas de sol, gorra y ropa seca: Utilice gorra y gafas de sol con cristales homologados capaces de filtrar los rayos UVA y UVB. A los niños, además, protéjalos con una camiseta seca y opaca: una camiseta mojada deja pasar los rayos UV.
- Séquese bien después de cada baño: El efecto lupa de las gotas de agua favorece las quemaduras solares y disminuye la eficacia de los protectores solares aunque estos sean resistentes al agua.
- Beba agua en abundancia y frecuentemente: El sol deshidrata el organismo. Vigile en especial a las personas mayores, cuya sensación de sed está atenuada, y a los niños, cuya necesidad de agua es importante y sus centros de termorregulación todavía inmaduros.
- Evite las sesiones bronceadoras con lámparas de rayos UVA: Contribuyen a la aparición de cánceres cutáneos y aceleran el envejecimiento de la piel.
- Revise sus pecas y lunares: Si advierte la aparición de una nueva peca o lunar, o que alguno de los que ya tiene cambia de forma, tamaño o color consulte a su dermatólogo.
Tipos:
Presenta formas, volúmenes y colores variables, puede desarrollarse en cualquier superficie de la piel. En los hombres aparece generalmente en el tronco, desde la espalda hasta la cadera, en la cabeza o en el cuello. En cambio, en las mujeres se desarrolla principalmente en las piernas o en el tronco. No se deben excluir otras partes del cuerpo.
Es importante recordar que ésta no es una enfermedad contagiosa, por lo que no existe ningún riesgo derivado del contacto con personas que la sufren. Existen varios tipos de melanoma:
Lentigo maligno:
Afecta a las áreas de la piel que se han visto expuestas durante largo tiempo al sol. Se localiza en la cara, la cabeza y el cuello, y en algunos casos en el dorso de la mano y las piernas y se presenta entre los 60 y 70 años. Al inicio se percibe una mancha de bordes mal delimitados. Con el tiempo la mancha se extiende y modifica hasta formar un nódulo. Si desaparece, vuelve a presentarse en otras áreas. El color puede ser variable, con áreas de distintas tonalidades de marrón, pero también pueden ser rojas o negras.
De extensión superficial:
Aparece en cualquier zona de la piel, aunque en los hombres se localiza más en el tronco, y en las mujeres, más en las piernas. Es el más frecuente entre la población blanca: constituye cerca del 70 por ciento de todos los melanomas y aparece entre los 40 y 50 años. Es una mancha superficial de bordes bien delimitados. Su crecimiento es relativamente lento, provocando una lesión que puede durar de uno a varios años. Aparecen uno o varios. Su color es intenso pero muy variable. La forma del borde es irregular.
Acral:
Afecta a las plantas de los pies y, en menor grado, a las palmas de las manos, los dedos, los genitales y la boca. Constituye el 10 por ciento de los melanomas entre la población blanca y el 50 por ciento entre la negra u oriental y puede aparecer a cualquier edad. Sobre la mancha inicial aparece un tumor a los pocos meses y las lesiones son muy variables. Tiene los bordes más dispersos, pero los colores son parecidos a los del melanoma de extensión superficial.
Nodular:
Se localiza en cualquier zona de la piel, aunque por lo general se sitúa en la cabeza y el tronco. Es más frecuente en los hombres que en las mujeres y se desarrolla entre los 50 y 60 años. Es el segundo tipo de melanoma más frecuente. El tumor crece rápidamente sin apreciarse una mancha. Su aspecto es el de una lesión en forma de nódulo tumoral. El color es variable. Sangra a menudo y está elevado sobre la piel.
De mucosas:
Suelen aparecer en la mucosa genital, oral, en el tubo digestivo o en la conjuntiva ocular. Se desarrollan de forma muy parecida a los melanomas de extensión superficial.
Desmoplásico:
Es muy poco común y se presenta en principio como una lesión. Se acaba desarrollando como un tumor con gran capacidad de infiltración local y desarrollo de metástasis.
Ocular:
No guarda relación con la exposición solar y afecta a varias partes del ojo como las coroides, el cuerpo ciliar o el iris. Es muy poco común pero tiene una alta tasa de mortalidad debido a la facilidad que tiene para diseminarse.
Diagnóstico:
- Exploración física.
- Mapeo de ganglios linfáticos y biopsia del ganglio linfático centinela.
- TC (tomografía computarizada).
- Exploración con PET (tomografía por emisión de positrones).
- Imágenes por resonancia magnética con gandolino.
- Análisis de sangre.
Tratamientos:
- Cirugía.
- Quimioterapia.
- Inmunoterapia.
- Radioterapia.
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