martes, 31 de mayo de 2016

Día internacional sin tabaco.

¿Cuáles son las consecuencias médicas del uso del tabaco?

El hábito de fumar perjudica a casi todos los órganos del cuerpo. Ha sido definitivamente vinculado a las cataratas y la neumonía (pulmonía) y ocasiona la tercera parte de las muertes relacionadas con cualquier tipo de cáncer.
En general, el índice de muerte por cáncer se duplica en los fumadores y llega a ser hasta cuatro veces más en los fumadores empedernidos. 
El cáncer de pulmón encabeza la lista de los tipos de cáncer causados por el tabaco. El uso de cigarrillos está asociado con el 90 por ciento de todos los casos de cáncer pulmonar, el cáncer que más muertes causa tanto entre hombres como mujeres. 
El hábito de fumar también está asociado con el cáncer de la boca, faringe, laringe, esófago, estómago, páncreas, cérvix, riñones, uretra, vejiga y leucemia mieloide aguda.



Diez Consecuencias de la marihuana:

La marihuana o cannabis es una droga de abuso común cuyo principio activo es el THC.
El THC se encuentra principalmente en los cogollos de la planta cannabis sativa, por lo cual, los consumidores de dicha droga suelen consumir solo los cogollos triturados (“maría”), su polen (“polen”) o el polen prensado (“hachís”).

Esta droga suele consumirse fumando una mezcla de la sustancia con tabaco para facilitar su quema e inhalación. Esta forma de administración hace que los efectos se produzcan de manera casi instantánea ya que el principio activo se absorbe a través de las venas capilares de los pulmones y alveolos y llega rápidamente al corriente sanguíneo y al cerebro.
  1. Afecta al cerebro a corto plazo. Como se ha explicado anteriormente, el principio activo de la marihuana (THC) se une a los receptores cannabinoides, lo cual desencadena la liberación de dopamina del sistema de recompensa.
  2. Produce adicción psicológica. Debido al aumento de la liberación de dopamina en el sistema de recompensa, crea un efecto placentero que funciona como reforzador y hace que la persona que la consume sienta ganas de seguir tomándola.
  3. No produce cambios cerebrales a largo plazo. A diferencia de otras drogas, como la heroína o la cocaína, no produce cambios cerebrales a largo plazo.
  4. No produce adicción fisiológica. La adicción fisiológica se produce cuando el consumo prolongado de una sustancia produce cambios permanentes en el cerebro que crean un efecto de malestar cuando la persona lleva un tiempo sin consumir la sustancia.
  5. El consumo continuo y prolongado puede producir efectos conductuales no deseados. Aunque no provoca cambios a largo plazo en el cerebro, los cambios cerebrales que provoca perduran durante un tiempo en el cerebro (aproximadamente 2 horas). Por lo tanto, si se consume marihuana con una alta frecuencia al cerebro no le da tiempo a recuperarse entre toma y toma.
  6. Provoca tolerancia. El cerebro se va acostumbrando a los cambios producidos por la marihuana y cada vez hacen falta dosis más altas de esta sustancia para que la persona note los mismos efectos, por lo tanto, va aumentando la dosis y la frecuencia, pudiendo llegar a convertirse en un consumidor crónico.
  7. Su principal efecto es estimulante y sedante. Además de estos efectos, a bajas dosis puede provocar euforia, disminución de ciertos dolores, disminución de la ansiedad, acentuación de la sensibilidad a los colores y a los sonidos, disminución de la memoria a corto plazo, ralentización de los movimientos, estimulación del apetito y la sed y pérdida de conciencia del tiempo.
  8. Puede favorecer la aparición de enfermedades asociadas con el hecho de consumirla fumándola. 
  9. Puede inducir esquizofrenia si se empieza a consumir durante la adolescencia.
  10. Puede usarse como agente terapéutico. El cannabis presenta propiedades terapéuticas como ansiolítico, sedante, relajante, analgésico y antidepresivo.





viernes, 27 de mayo de 2016

Melanoma

Melanoma.


¿Qué es?

El melanoma es un tipo de cáncer de piel que
aparece cuando las células llamadas melanocitos se convierten en malignas. Estas células elaboran un pigmento llamado melanina, responsable del color de la piel, del pelo y del iris de los ojos.
Cuando la piel se expone al sollos melanocitos producen más melanina como defensa contra la acción de los rayos ultravioleta.


Causas:

  • Tener la piel o el pelo claros.
  • Presencia de nevus atípicos.
  • Presencia de nevus en una cantidad superior a 40.
  • Presencia de nevus congénitos.
  • Tener antecedentes familiares de nevus atípicos, de melanoma o de ambas cosas.
  • Haber sufrido una o más quemaduras severas por el sol, especialmente si se han producido en la infancia, pues el efecto de la irradiación solar es acumulativo.
  • Haber estado expuesto muchas horas a rayos ultravioleta (sol, UVB, UVA) aunque tenga la piel totalmente bronceada.

Síntomas:

  • Cada vez se diagnostica más en jóvenes, la mayor frecuencia se da entre los 40 y 50 años, lo cual es común a los distintos cánceres de piel.
     
  • En cuanto al sexo, el melanoma se da con más frecuencia en mujeres que en hombres, aunque generalmente tiene un mejor pronóstico que para los hombres.
     
  • Las personas rubias, pelirrojas y con los ojos claros tienen más posibilidades de tener un melanoma. Las personas de raza blanca también cuentan con más posibilidades que las de tez oscura.
     
  • Las profesiones realizadas a la intemperie y los deportes al aire libre también son un factor de riesgo.
     
  • Las personas con una piel muy sensible que siempre se queman y nunca se broncean en su primera exposición constituyen un grupo de riesgo.
     
  • Las personas que en algún momento de su vida se han visto afectadas por un melanoma corren elriesgo de recaer o de desarrollar nuevos melanomas. Por este motivo es muy importante el seguimiento médico y el mantenimiento de medidas de prevención.
     
  • Las personas en situación de inmunodepresión.

Prevención:

El sol constituye el principal factor de riesgo para desarrollar un melanoma, por lo que es recomendable tomar una serie de medidas básicas a la hora de exponerse a los rayos solares. Las personas con melanoma deben seguir con especial atención las normas generales para protegerse de la radiación, ya que corren un mayor riesgo de desarrollar nuevos tumores. Para proteger la piel, conviene tener en cuenta los siguientes consejos:

  • Aplíquese el protector solar antes de la exposición: Se debe aplicar el protector solar antes de la exposición al sol y renovar frecuentemente su aplicación, sobre todo, si se está en la playa o en la piscina, después de cada baño.
     
  • Evite las horas de mayor intensidad: La exposición al sol debe ser progresiva y se debe evitar entre las 12h y las 16h.
     
  • Proteja a los niños: No exponga a insolación directa a los niños menores de tres años y en las horas de débil insolación protéjales con un fotoprotector de alta protección a fin de preservar el mayor tiempo posible su capital solar. Hay que tener en cuenta que la piel conserva la memoria de todas las radiaciones recibidas durante la infancia. Cuanto más importante ha sido la dosis de radiación, mayor es el riesgo de aparición de cánceres en la edad adulta.
     
  • Utilice protección en actividades al aire libre: Las actividades al aire libre también pueden provocar quemaduras. Utilice protección solar en paseos tanto andando como en bicicleta, cuando realice deporte o se encuentre en jardines o terrazas, etcétera.
     
  • No baje la guardia ante factores que aminoren la sensación de calor: No se fíe de las circunstancias que comportan un riesgo suplementario o una falsa seguridad: altitud, nubosidad, superficies reflectoras (nieve, arena, hierba, agua), viento fresco, etcétera.
     
  • Protéjase con gafas de sol, gorra y ropa seca: Utilice gorra y gafas de sol con cristales homologados capaces de filtrar los rayos UVA y UVB. A los niños, además, protéjalos con una camiseta seca y opaca: una camiseta mojada deja pasar los rayos UV.
     
  • Séquese bien después de cada baño: El efecto lupa de las gotas de agua favorece las quemaduras solares y disminuye la eficacia de los protectores solares aunque estos sean resistentes al agua.
     
  • Beba agua en abundancia y frecuentemente: El sol deshidrata el organismo. Vigile en especial  a las personas mayores, cuya sensación de sed está atenuada, y a los niños, cuya necesidad de agua es importante y sus centros de termorregulación todavía inmaduros.
     
  • Evite las sesiones bronceadoras con lámparas de rayos UVA: Contribuyen a la aparición de cánceres cutáneos y aceleran el envejecimiento de la piel.
     
  • Revise sus pecas y lunares: Si advierte la aparición de una nueva peca o lunar, o que alguno de los que ya tiene cambia de forma, tamaño o color consulte a su dermatólogo.

Tipos:

Presenta formas, volúmenes y colores variables, puede desarrollarse en cualquier superficie de la piel. En los hombres aparece generalmente en el tronco, desde la espalda hasta la cadera, en la cabeza o en el cuello. En cambio, en las mujeres se desarrolla principalmente en las piernas o en el tronco. No se deben excluir otras partes del cuerpo.

 Es importante recordar que ésta no es una enfermedad contagiosa, por lo que no existe ningún riesgo derivado del contacto con personas que la sufren. Existen varios tipos de melanoma:
  • Lentigo maligno:

Afecta a las áreas de la piel que se han visto expuestas durante largo tiempo al sol. Se localiza en la cara, la cabeza y el cuello, y en algunos casos en el dorso de la mano y las piernas y se presenta entre los 60 y 70 años. Al inicio se percibe una mancha de bordes mal delimitados. Con el tiempo la mancha se extiende y modifica hasta formar un nódulo. Si desaparece, vuelve a presentarse en otras áreas. El color puede ser variable, con áreas de distintas tonalidades de marrón, pero también pueden ser rojas o negras.
  • De extensión superficial:

Aparece en cualquier zona de la piel, aunque en los hombres se localiza más en el tronco, y en las mujeres, más en las piernas. Es el más frecuente entre la población blanca: constituye cerca del 70 por ciento de todos los melanomas y aparece entre los 40 y 50 años. Es una mancha superficial de bordes bien delimitados. Su crecimiento es relativamente lento, provocando una lesión que puede durar de uno a varios años. Aparecen uno o varios. Su color es intenso pero muy variable. La forma del borde es irregular.
  • Acral:

Afecta a las plantas de los pies y, en menor grado, a las palmas de las manos, los dedos, los genitales y la boca. Constituye el 10 por ciento de los melanomas entre la población blanca y el 50 por ciento entre la negra u oriental y puede aparecer a cualquier edad. Sobre la mancha inicial aparece un tumor a los pocos meses y las lesiones son muy variables. Tiene los bordes más dispersos, pero los colores son parecidos a los del melanoma de extensión superficial.
  • Nodular:

Se localiza en cualquier zona de la piel, aunque por lo general se sitúa en la cabeza y el tronco. Es más frecuente en los hombres que en las mujeres y se desarrolla entre los 50 y 60 años. Es el segundo tipo de melanoma más frecuente. El tumor crece rápidamente sin apreciarse una mancha. Su aspecto es el de una lesión en forma de nódulo tumoral. El color es variable. Sangra a menudo y está elevado sobre la piel.
  • De mucosas:

Suelen aparecer en la mucosa genital, oral, en el tubo digestivo o en la conjuntiva ocular. Se desarrollan de forma muy parecida a los melanomas de extensión superficial.
  • Desmoplásico:

Es muy poco común y se presenta en principio como una lesión. Se acaba desarrollando como un tumor con gran capacidad de infiltración local y desarrollo de metástasis.
  • Ocular:

No guarda relación con la exposición solar y afecta a varias partes del ojo como las coroides, el cuerpo ciliar o el iris. Es muy poco común pero tiene una alta tasa de mortalidad debido a la facilidad que tiene para diseminarse.

Diagnóstico:

  • Exploración física.
     
  • Mapeo de ganglios linfáticos y biopsia del ganglio linfático centinela.
     
  • TC (tomografía computarizada).
     
  • Exploración con PET (tomografía por emisión de positrones).
     
  • Imágenes por resonancia magnética con gandolino.

  • Análisis de sangre.

Tratamientos:

  • Cirugía.

  • Quimioterapia.
     
  • Inmunoterapia.
     
  • Radioterapia.

viernes, 20 de mayo de 2016

Epilepsia

Epilepsia.


La epilepsia es un trastorno cerebral en el cual una persona tiene crisis epilépticas repetidas durante un tiempo. Las crisis epilépticas son episodios de actividad descontrolada y anormal de las neuronas que puede causar cambios en la atención o el comportamiento.

Causas.



Las causas comunes de epilepsia abarcan:
  • Accidente cerebrovascular o accidente isquémico transitorio.
  • Demencia, como el mal de Alzheimer.
  • Lesión cerebral traumática.
  • Infecciones, como absceso cerebral, meningitis, encefalitis y SIDA.
  • Problemas cerebrales presentes al nacer (anomalía cerebral congénita)
  • Lesión cerebral que ocurre durante o cerca del momento del nacimiento
  • Trastornos metabólicos presentes al nacer.
  • Tumor cerebral
  • Vasos sanguíneos anormales en el cerebro
  • Otra enfermedad que dañe o destruya el tejido cerebral
Las crisis epilépticas por lo regular empiezan entre las edades de 5 y 20, pero pueden suceder a cualquier edad. Puede haber un antecedente familiar de convulsiones o epilepsia.

Síntomas

Los síntomas varían de una persona a otra. Algunas personas pueden tener simples episodios de ausencias. Otras tienen pérdida del conocimiento y temblores violentos. El tipo de convulsión o crisis epiléptica depende de la parte del cerebro afectada.

Pruebas y exámenes


Para diagnosticar la epilepsia o planear la cirugía para la epilepsia, usted posiblemente necesite:
  • Usar un aparato de registro electroencefalográfico durante días o semanas mientras se ocupa de su vida cotidiana.
  • Permanecer en un hospital especial donde puedan vigilar la actividad de su cerebro en cámaras de video. Esto se denomina EEG en video.
Los exámenes que se pueden hacer incluyen:

Tratamiento.


Las medicinas para prevenir las convulsiones, llamadas anticonvulsivos, pueden reducir la cantidad de crisis futuras.
  • Estos fármacos se toman por vía oral. La clase de medicamento que se recete dependerá del tipo de convulsión que usted tenga.
  • Es posible que sea necesario cambiar la dosis de vez en cuando. Usted puede necesitar exámenes de sangre regularmente para ver si hay efectos secundarios.
  • Siempre tome la medicina a tiempo y como se la recetaron. Pasar por alto una dosis puede hacer que se presente una convulsión. NO deje de tomar ni cambie sus medicinas por su cuenta. Hable primero con el médico.
  • Muchas medicinas para la epilepsia causan anomalías congénitas. Las mujeres que deseen quedar embarazadas deben comentarle al médico con anticipación con el fin de hacer ajustes en las medicinas.






Asociaciones de la epilepsia:

http://vivirconepilepsia.es/organizaciones-asociaciones-epilepsia/


Epilepsia en perros:

La epilepsia en perros es una enfermedad de carácter hereditario, más común en determinadas razas: Pastor Alemán, San Bernardo, Setter, Beagle, Caniche, algunos Dachshund y Basset Hound.
 El primer ataque epiléptico se manifiesta a menudo en perros con edades comprendidas entre los seis meses y los cinco años y, aunque se diagnostica por descarte de otras causas, se debe aprender a actuar ante un ataque de epilepsia en el perro. 
Hay cinco pautas clave para actuar: conservar la calma, tumbar al perro, no intentar sacarle la lengua, dejar que se recupere y seguir el tratamiento recomendado por el veterinario.
 La epilepsia no implica la muerte, pero puede suponer un accidente grave para el can.

martes, 17 de mayo de 2016

Fibromialgia.

Fibromialgia.


La fibromialgia es un trastorno que causa dolores musculares y fatiga (cansancio). Las personas con fibromialgia tienen dolor y sensibilidad en todo el cuerpo.
Las personas que padecen de fibromialgia pueden también tener otros síntomas, tales como:
  • Dificultad para dormir
  • Rigidez por la mañana
  • Dolores de cabeza
  • Periodos menstruales dolorosos
  • Sensación de hormigueo o adormecimiento en las manos y los pies
  • Falta de memoria o dificultad para concentrarse (a estos lapsos de memoria a veces se les llama “fibroneblina”
Causas.
Aunque se desconocen las causas que originan esta enfermedad, hoy en día se piensa que la fibromialgia se produce por una alteración de determinados neurotransmisores del sistema nervioso.

La sociedad señala que, cuando se produce el desequilibro de los neurotransmisores, se puede producir una serie de alteraciones que podrían explicar los síntomas de la patología.

Por estas causas, el dolor generalizado se origina porque en ellos hay una percepción anómala de los estímulos sensoriales y, por tanto, interpretan la presión, el calor, la vibración o cualquier otro estímulo como doloroso.


Síntomas.

  • Dolor muscular: también conocido como mialgia, que aparece de forma crónica y puede prolongarse durante más de tres meses. Este dolor es difuso, inespecífico y afecta a muchas partes distintas del cuerpo.
     
  • Fatiga y cansancio: Estos dos síntomas aparecen al realizar poco esfuerzo, o ninguno, y no siempre desaparecen al descasar.
     
  • Rigidez: Aunque la rigidez puede aparecer como un síntoma de otras enfermedades reumáticas, al igual que la fatiga y el cansancio, tiene una serie de peculiaridades que la diferencia de otras patologías como la artritis reumatoide, la artrosis o el lupus.

    En estos casos los pacientes pueden presentar entumecimiento, calambres en las piernas, sensación de hinchazón, agarrotamiento...
     
  • Trastornos del sueño: Las personas que tienen fibromialgia pueden manifestar problemas para conciliar el sueño, así como despertarse repetidamente durante la noche o que el sueño no sea reparador.
     
  • Deterioro cognitivo: Esta enfermedad puede dificultar que el paciente procese la información, la memorización o que se exprese verbalmente de forma adecuada.
     
  • La ansiedad y la depresión suelen estar vinculados con la enfermedad. Sin embargo, los especialistas no pueden determinar si se producen antes, como consecuencia de la enfermedad o aparece en el trascurso de la misma.
     
  • Por último, existen muchos síntomas relacionados con trastornos gastrointestinales, como el intestino irritable o la hernia de hiato, trastornos muscoesqueléticos, como el síndrome del túnel carpiano, metabólicos (hipotiroidismo) y autonómicos (mareos, vértigos, hipotensión, etcétera).
     
  • Por otro lado, estos síntomas pueden provocar que a menudo la fibromialgia se confunda con la polimialgia reumática, una patología que se caracteriza por dolor con impotencia funcional y rigidez. No obstante, a diferencia de la fibromialgia, la polimialgia reumática es una enfermedad inflamatoria que produce alteraciones en los análisis de sangre y tiene pruebas diagnósticas y tratamientos específicos.


Prevención.


  • Tener pensamientos positivos.
  • Cuidar la salud física.
  • Mantener un calendario diario uniforme.
  • Reanudar las responsabilidades forma lenta y gradual.
  • Aceptarse a uno mismo. No compararse con otras personas que considera favorecidas.
  • Expresar las emociones.
  • Seguir en todo momento y hasta el final el tratamiento impuesto.
  • Reunirse periódicamente con el terapeuta.
  • Comer una dieta equilibrada.
  • Hacer ejercicio físico.


Tipos.
La fibromialgia no está dividida en tipos. Los especialistas han clasificado la patología en tipos para adaptar a cada paciente el tratamiento:

  • Tipo I: Pacientes sin ninguna enfermedad concomitante.
     
  • Tipo II: Pacientes con enfermedades reumáticas y autoinmunitarias.
     
  • Tipo III: Pacientes con grave alteración en la esfera psicopatológica.
     
  • Tipo IV: Pacientes simuladores.


Diagnóstico.

El diagnóstico se realiza mediante la exploración clínica del paciente y por la existencia de diferentes síntomas, como dolor, rigidez o trastornos del sueño, sin que exista una explicación alternativa que justifique que se trata de otra enfermedad.

El diagnóstico diferenciador suele confirmarse cuando en la exploración los especialistas detectan un conjunto de 18 puntos, denominados puntos dolorosos a la presión, que se localizan en diversas áreas musculares del cuerpo, fundamentalmente alrededor del cuello, codo, rodillas y pelvis.

Tratamientos.
Los tratamientos de la fibromialgia no son curativos, ya que se desconocen sus causas, por lo que van dirigidos a aliviar los síntomas de los pacientes. 

El tratamiento tiene tres aspectos fundamentales:

Fármacos contra la fibromialgia:

El paciente puede seguir un tratamiento con analgésicos o antiinflamatorios clásicos o bien incorporar medicamentos moduladores del dolor: antidepresivos y anticomvulsionantes principalmente. El objetivo es mejorar el sueño, la fatiga, la depresión...

Terapias psicológicas:

Este aspecto del tratamiento es fundamental para enseñar al paciente a afrontar de forma correcta la fibromialgia. En concreto, "las técnicas de meditación e incluso la hipnosis han demostrado que disminuyen el dolor", afirma Hornilla.