VIH (Virus Inmunodeficiencia Humana) :
Fue descubierto e identificado como el agente de la naciente epidemia de SIDA por el equipo de
Luc Montagnier en
Francia en
1983. El virión es esférico, dotado de una envoltura y con una cápside proteica. Su genoma en una cadena de
ARN monocatenario que debe copiarse provisionalmente a
ADN para poder multiplicarse e integrarse en el genoma de la
célula que infecta. Los antígenos
proteicos de la envoltura exterior se acoplan de forma específica con proteínas de la membrana de las células infectables, especialmente de los
linfocitos T4.
El proceso de conversión de ARN en ADN es una característica principal de los
retrovirus y se lleva a cabo mediante acciones
enzimáticas de
transcriptasa inversa. Con la demostración de la existencia de la transcriptasa inversa, se inició en la década de
1970 la búsqueda de los retrovirus humanos, que permitió el aislamiento en
1980 del virus de la
leucemia de células T del adulto, HTLV-I (
R. Gallo y cols.)
El VIH tiene un
diámetro de aproximadamente 100
nanómetros. Su parte exterior es la "cubierta", una membrana que originalmente pertenecía a la célula de donde el virus emergió. En la cubierta se encuentra una proteína del virus, la gp41, o "glicoproteína transmembrana". Conectada a la gp41 está la gp120, la cual puede unirse al receptor CD4 localizado en la superficie de los linfocitos T para penetrar en ellos. El núcleo tiene la "cápside", compuesta por la proteína p24. En su interior está el ARN, la forma de información genética del VIH.
En diciembre de 2006, de acuerdo con la
Organización Mundial de la Salud, había 39,5 millones de personas con VIH en el mundo, de las cuales 24,7 millones vivian en África Subsahariana.
Transmisión
Hasta el momento, sólo se han demostrado y documentado tres formas de transmisión:
- Sexual (acto sexual sin protección). Ver (enfermedad de transmisión sexual). El contagio se produce por el contacto de secreciones infectadas con la mucosa genital, rectal u oral de la otra persona.
- Parenteral (por sangre). Es una forma de contagio a través de jeringuillas contaminadas que se da por la utilización de drogas intravenosas o cuando los servicios sanitarios, como ha ocurrido a veces en países pobres, no usan las mejores medidas de higiene; también en personas, como hemofílicos, que han recibido una transfusión de sangre contaminada o productos contaminados derivados de la sangre; y en menor grado trabajadores de salud que estén expuestos a la infección en un accidente de trabajo como puede ocurrir si una herida entra en contacto con sangre contaminada; también durante la realización de piercings, tatuajes y escarificaciones.
- Vertical (de madre a hijo). El contagio puede ocurrir durante las últimas semanas del embarazo, durante el parto, o al amamantar al bebé. De estas situaciones, el parto es la más problemática. Se puede tratar a la madre con antivirales en torno al parto para reducir considerablemente la probabilidad de contagio del bebé (a menos del 1%).
Origen y evolución
Como en otras muchas
enfermedades infecciosas emergentes, la infección por VIH que acarrea el SIDA, inició su existencia tambien como
zoonosis, es decir por contagio desde otras especies. La emergencia del SIDA y la identificación del VIH estimularon investigaciones que han permitido determinar que las variantes del VIH forman parte de un amplio grupo de
lentivirus relacionados que se observan en una gran variedad de
primates. Se les ha llamado SIV, siglas en inglés de
Simian Immunodeficiency Virus, por analogía con el VIH, no porque produzcan primariamente el síndrome que llamamos SIDA en sus huéspedes naturales
9 .
Los SIV demuestran un gran parentesco con las dos especies del VIH cuando se aplican las técnicas moleculares de
análisis filogenético. Mediante éstas se interpreta la historia del cambio y diversificación evolutivos de los genes para, entre otros resultados útiles, reconstruir el parentesco de las especies.
El salto de la barrera de especie desde P. t. troglodytes a Homo sapiens sapiens se ha producido al menos tres veces, con variantes del VIH-1 que demuestran parentesco con distintas cepas, geográficamente más o menos localizadas, del SIVcpz. Así pues, el VIH-1 es un virus polifilético. El grupo M del VIH-1, responsable de la pandemia actual, debió pasar a los seres humanos en la primera mitad del siglo XX. Los grupos O y N del VIH-1 están restringidos a África Occidental ecuatorial, con el grupo N presente sólo en Camerún. Con los datos actuales, parece claro que Pan troglodytes troglodytes es el reservorio desde el que se han producido repetidamente las infecciones humanas por los virus de cuya evolución procede el VIH-19 .El VIH-1, responsable de la actual pandemia, ha resultado estar estrechamente relacionado con el SIVcpz, que infecta a poblaciones de la subespecie centroafricana del chimpancé común (
Pan troglodytes troglodytes). El SIVcpz, a su vez, parece derivar por recombinación, (un fenómeno que se produce fácilmente cuando infectan al mismo individuo dos cepas víricas diferentes) del SIVrcm, propio del mangabeye de collar (
Cercocebus torquatus), y del SIVgsn, propio del avoem (
Cercopithecus nictitans)
10 . Las distribuciones actuales de las especies implicadas se solapan, y de los chimpancés se sabe que cazan monos pequeños para comerlos, lo que habría facilitado la coinfección por cepas diversas de SIV. La subespecie oriental del chimpancé,
Pan troglodytes schweinfurthi, presenta también infección con una cepa propia del SIVcpz, pero genéticamente alejada del
clado formado por el VIH-1 y las cepas de
P.t.troglodytes. No se ha encontrado presencia del SIVcpz en la subespecie occidental,
P. t. verus, aunque se observó el contagio en cautividad de un individuo de esta subespecie.
Los SIV identificados hasta ahora se encuentran, de forma específica, en unas 35 especies de primates africanos, aproximadamente la mitad de las 70 que existen al sur del Sahara, y es en África donde parece tener su origen evolutivo este grupo monofilético de virus, genéticamente bien delimitado del resto de los lentivirus. La prevalencia (frecuencia de la infección) es variable entre especies y poblaciones, aunque no superior al 30%, en las poblaciones afectadas de chimpancés, pero puede pasar del 50% en poblaciones de otros primates, como Cercocebus atys.A su vez el VIH-2, extendido en África Occidental, procede del SIVsm, propio del mangabeye fuliginoso (
Cercocebus atys atys), que habita las selvas costeras desde
Senegal hasta
Costa de Marfil. El análisis filogenético muestra que el paso a los seres humanos ha ocurrido también varias veces.
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En todos los casos conocidos el virus parece encontrarse cerca del equilibrio con su huésped natural, como resultado probable de una más o menos larga
coevolución, observándose generalmente sólo versiones muy atenuadas del síndrome de inmunodeficiencia, como una reducción limitada de linfocitos T CD4+, reducción que no compromete en general la vida del individuo, aunque en un ejemplar de
Cercocebus atys se produjo un SIDA típico después de 18 años de incubación. Este dato hace pensar que, al menos en parte, es la baja longevidad, unida a una larga incubación, lo que hace que la inmunodeficiencia sobrevenida sea un resultado excepcional de la infección en monos
12 . Manipulaciones experimentales, con infecciones repetidas, y la transmisión experimental a otras especies pueden dar origen a la patología característica del SIDA, como ocurre cuando se inoculan macacos con SIVsm
13 .
Puntos de vista alternativos
Respecto a la existencia del VIH y respecto a su origen existen puntos de vista alternativos al consenso científico. Incluyen la teoría de E. Hooper de que la barrera de especie fue atravesada como consecuencia de la utilización de riñones infectados de chimpancé para producir vacunas contra la polio, o la opinión muy extendida entre jóvenes africanos, pero considerada generalmente insensata, de que el VIH es un arma biológica desarrollada por Estados Unidos contra los africanos.
Existen numerosos activistas y algunos científicos que niegan que el SIDA sea causado por el VIH, algunos de los cuales incluso dudan de la misma existencia del virus aquí descrito. Muchos niegan también que exista el SIDA como entidad nosológica (una enfermedad singular bien definida) interpretando que la diversidad de formas epidemiológicas y clínicas es propia de una pluralidad de enfermedades que errónea o interesadamente son interpretadas como una sola. A este respecto véase
Teorías alternativas sobre el VIH.